No es resentimiento, es que estaba ordenando papeles viejos de mi padre y encontré unos documentos de un lío que tuvimos en 2003 con APV Motor y Mutua Pelayo... Yo había, en su momento, colgado un post en otro foro contándolo, post que hago copy&paste....
Como algunos ya habréis leído en los múltiples posts que referidos a este incidente ya he colgado, mi padre tuvo un pequeño accidente en abril del año pasado (2003) con otro coche (responsabilidad del contrario según el atestado elaborado por la Policía Local de Santiago de Compostela). Como las desgracias nunca vienen solas, mientras las aseguradoras se ponían de acuerdo al coche le dieron otro golpe estando aparcado en el Campus Sur (suponemos que una de las "vagonetas" de la empresa que estaba reformando un edificio, pero como no teníamos testigos ajo y agua) y ya que el coche tenía que ir al taller para arreglar una cosa dimos otro parte (está a todo riesgo con franquicia) para que se hiciera todo de una vez.
Este coche, un Alfa Romeo 146 comprado en febrero de 1996, había sido tocado sólo por un taller en toda su vida, el concesionario oficial Alfa Romeo APV Motor S.A. de Santiago de Compostela (donde lo compramos) salvo para cambiar las cubiertas y una batería que se murió un sábado a las 10 de la mañana teniendo cita para la ITV a las 10:30, pero esa es otra historia. Allí se le hicieron todas y cada una de las revisiones del libro de mantenimiento del fabricante, se le solucionaron las 2 o 3 pijadas que había tenido (robos de antena, un interruptor de los Stops, cambio de brazos de suspensión delanteros porque tenían algo de holgura con 120.000 kms., pastillas de freno...) y se le repararon algunos golpes (la mayor parte "rozones" que le dieron y una salida de carretera que tuvo mi padre hace un par de años); por supuesto tengo factura de todas y cada una de las intervenciones del coche para demostrarlo. Pues bien, el perito de la compañía en la que estaba el coche en aquel momento (Mutua Pelayo), un tal Alberto Iglesias López (que después descubrimos que hay 2, padre e hijo, pero no está muy claro cual es el que tasó el coche pues suponemos que trabajan ambos pero sólo está uno dado de alta y nadie parece saber si es el padre o el hijo) realizó un presupuesto para cada golpe y el taller aceptó reparar el coche de acuerdo con ellos. En el momento de recoger el coche vamos mi madre y yo, pues también teníamos que dejar el Citroën Xsara de Atesa que teníamos alquilado (cubierto por Asistencia Pelayo, pues APV parece ser que no dispone de coches de sustitución) y a recoger el nuestro. Cuando llegamos a APV (un viernes por la tarde) el coche está que da pena verlo (le cuelgan los faldones, tiene una puerta totalmente destapizada, la reparación de las aletas es tan mala que las puertan golpean en ellas al abrirse, la parrilla no está bien centrada al igual que el capó, tiene una maneta de una puerta totalmente rayada y que según la tasación debía haberse cambiado, etc.). Pedimos una explicación y, a "grosso" modo, el gerente (Sr. Amadeo Posse) nos da a entender que con la tasación del perito bastante han hecho, porque pierden dinero reparando los coches para los seguros; pero tras una larga discusión se compromete a tener el coche en mejores condiciones para el martes. Cabreados, o mejor, indignados, volvemos a casa sin coche y teniendo que devolver el Xsara el lunes a primera hora, por lo que yo me tengo que quedar en Santiago al menos hasta el martes.
El martes vamos mi padre y yo, y es cierto que estaba más decente (habían colocado el tapizado de la puerta y sujetado los faldones), y mi padre (que probablemente sea la persona más tranquila del mundo) se coge un cabreo tal que llega a amenazar al tal Amadeo Posse con llamar al Notario de Guardia y a la Guardia Civil para denunciarlo por hurto, pues éste se negaba a entregarnos el coche si no le realizábamos nosotros el abono de las facturas (facturas emitidas a nombre de Mutua Pelayo, de acuerdo con un presupuesto de Mutua Pelayo y según él aceptadas por el perito que supuestamente fue el lunes por la mañana a ver el coche y le dio el visto bueno a la reparación, salvo el tapizado y los faldones). Total, que tras varias conversaciones a tres bandas con Pelayo pagamos la franquicia que nos correspondía y nos llevamos el coche hecho una mierda (con perdón) para casa. Por cierto, que ese mismo día descubrimos que además entraba agua por la puerta derecha, que estaba totalmente fuera de sitio y no ajustaba bien. Ahh, me olvidaba, y al coche misteriosamente le apareciron rotas una toma eléctrica del filtro de diesel y la tapa de la correa de la distribución... Serían los fantasmas. Ni que decir tiene que inmediatamente presentamos una denuncia ante consumo contra el mencionado taller, denuncia archivada sin más por "no aceptar el arbitraje la empresa denunciada"... eso sí, sin que se realizara una sola comprobación ni en el coche ni en la documentación aportada.
Total, que después de múltiples reuniones en Pelayo con diferentes empleados (desde comerciales al delegado en Coruña, pasando por el supuesto "jefe de siniestros para el norte de España") se consigue que se realice una nueva peritación del coche en APV Motor, con el mismo perito. Llegado el día, el perito dice que efectivamente el coche no está bien y tiene fallos en la reparación (y no queda claro quien peritó el coche las 2 veces antes, pues este que viene es el hijo y no conoce el coche ni el caso de nada), llegando a un acuerdo con APV para que sean corregidos. Después de un montón de llamadas a APV para que arrglaran el coche recibiendo excusas del tipo "tengo al pintor de baja" o "esta semana no puedo, que el chapista está en un curso", y de mantener varias reuniones con la gente de Pelayo Coruña (que no sabían, querían o quizá podían solucionar el problema) para que presionaran al taller (al fin y al cabo ellos habían sido los que pagaron facturas por reparaciones mal hechas), planteamos dos nuevas vías de actuación. La primera (que no llegamos a poner en marcha, pero cuyo solo inicio creo que ayudó) fue iniciar contactos con un abogado (usando la cobertura de reclamación de daños de la propia póliza) para demandar a la compañía como responsable subsidiaria de la mala reparación (su perito firmó una conformidad que quedó posteriormente demostrada ser falsa por su tercera peritación) y la otra fue elevar una queja por escrito al servicio de reclamaciones de la compañía a raíz de la cual se realizó una nueva peritación del coche (y ya vamos por la cuarta) por parte de la empresa Peritaciones Montecelo, de A Coruña. Pues bien, como era de esperar esta cuarta peritación recoge todos los defectos. Con ella en la mano, Pelayo presiona varias veces a APV Motor S.A. para que rectifiquen y reparen el coche siendo infructuosos todos sus intentos. Total, que al final el 22 de octubre Pelayo nos indica que llevemos el coche a otro taller (elegimos Fiateira Motor S.A. - Concesionario Alfa Romeo de A Coruña) para reparar el coche y luego ellos (Pelayo) reclamarán el importe a APV por la vía "que sea necesaria". Total, que el coche se reparó en el mes de diciembre (estuvo en el taller desde el 22 de diciembre hasta el 9 de enero), y aún así seguía teniendo problemas con la puerta delantera derecha (seguía haciendo mucho ruído) que solventaron en marzo cuando le hicimos una revisión gorda (1.300 € que fue la broma, eso sí, le metimos todo el sistema de frenos nuevo y algunas cosas más) porque tenía una fisura en la bisagra superior (casi con toda certeza a causa del golpe, pero por 40 € que suponía repararla decidimos no marear más la perdiz).
O sea, que ya sabéis, APV MOTOR NI PISARLO.
A todo esto, enviamos dos cartas por correo certificado a la Atención al Cliente de Alfa Romeo Española (con mucha documentación y fotografias del coche) y recibimos dos cartas "tipo" firmadas por la Sra. Mª Dolores Martínez pasando ampliamente del tema. Así que este es el servicio que los clientes de Alfa Romeo tenemos en Santiago.
Y ahora adjunto algunos documentos:
Peritación golpe derecho:

Factura de APV Motor, del lado derecho:

Peritación golpe izquierdo:

Factura de APV Motor, del lado izquierdo:

Tasación de Peritaciones Montecelo (a raíz de la reclamación a Mutua Pelayo):

Carta de Pelayo indicando reparación en Fiateira:

Facturas de las reparaciones en Fiateira Motor:


De todo esto salieron las siguientes cosas en claro:
1º Ningún coche de mi familia ha vuelto a pisar ese taller.
2º Ningún coche de mi familia sigue asegurado en Mutua Pelayo.
3º Por supuesto, a todo aquel que me pregunta le hablo pestes de APV Motor y su gerente.