jueves, 8 de enero de 2009

Valor venal y acuerdo entre compañías

Cuidado que te estafan
Opinión de msomoza sobre Pelayo seguros de coche

En caso de accidente te intentan estafar y si no cuela te alargan la recuperación del valor.

La ventaja de esta compañía es que no es “virtual”, tiene bastantes oficinas en toda España y los precios no son tan elevados como por ejemplo en Mapfre.

Durante varios años tuvimos un coche asegurado con ellos a terceros, en el contrato incluimos como extras la “reclamación de daños” (ellos se encargaban de las gestiones con la compañía contraria en caso de accidente) y la defensa jurídica (si hay que poner un pleito ellos corren con los gastos y la gestión), pagando un importe adicional por ambas cosas.

Los pocos percances que sufrió el coche fueron atendidos sin problemas: una nota simple a la compañía diciendo en cual de sus talleres concertados estaba, se pasaba el perito a valorar los desperfectos, lo arreglaban y listo.

El problema surgió cuando circulando le dieron un golpe por detrás al coche y como consecuencia golpeó a otro. El resultado fue que quedo muy arrugado.

Dejamos el coche en un taller concertado y avisamos por teléfono a la compañía, se paso por allí el perito y valoro los daños: 4 veces el valor venal (valor estimado en función de los años que lleva el coche correteando por la calle).

Gracias al consejo de un amigo, tuvimos la enorme precaución de enviar un telegrama a la compañía contraria (antes de 15 dias del accidente), con acuse de recibo, reclamando que repararan nuestro coche, y dándoles la matricula, los datos del que nos golpeó, del sitio donde se produjo y del lugar donde estaba ahora nuestro coche.

La compañía Pelayo nos cito en sus oficinas y nos comunican que una vez efectuada la reclamación de daños la compañía contraria ofrece el “valor venal”, y como detalle amable Pelayo redondeaba el valor a 600 euros por ser un buen cliente. ¡Que majos!

Pero esta “oferta” no resolvía nuestro problema: teníamos un coche que funcionaba perfectamente (pese a ser viejo), resolvía nuestras necesidades de transporte, y ahora la compañía contraria nos daba un valor que nos dejaba sin medio de transporte, ya que no alcanzaba para adquirir otro automóvil de las mismas características.

Por ello, decidimos rechazar la oferta e instamos a Pelayo para que reclamara el valor completo de la reparación, pues dado que la responsabilidad del accidente no fue nuestra consideramos que era lógico que nos dejaran el coche en las mismas condiciones que estaba antes del accidente, es decir que lo dejaran útil para darnos el servicio que nos venia dando.

PASARON DE NOSOTROS

Poco después Pelayo nos vuelve a citar y nos comunica que la compañía contraria no varia su oferta y que ellos no pueden hacer nada más. ¡FALSO!

Dada la falta de voluntad de nuestra compañía aseguradora para resolver el problema, decidimos resolverlo nosotros mismos.

Nota: Hay que ser tenaces para abordar un pleito de este tipo, ya que como no interviene un abogado tienes que atenderlo personalmente y no es fácil si no estas acostumbrado a redactar. Pero tirando del folleto de “condiciones generales del contrato” que da la compañía y una buena redacción se puede conseguir.

11 MESES

Pasados 2 meses sin que Pelayo nos diera alternativa, mandamos al taller que reparara el coche corriendo nosotros con los gastos, y presentamos dos denuncias ante la Dirección General de seguros, una contra la compañía Pelayo por no cumplir el contrato de reclamación de daños, y otra contra la compañía contraria por no reparar nuestro vehículo como es su obligación.

Las compañías fundamentaron que dar el “valor venal” era lo justo y lo acostumbrado en estos casos.

Nosotros fundamentamos lo adecuado de nuestra reclamación en que debían dejar nuestro coche como estaba antes del accidente, dado que no teniamos culpa.

Después de 3 meses de intercambio de papeles entre las compañías y nosotros, con la intermediación de la Dirección General de Seguros, la compañía contraria tubo la desfachatez de afirmar que nosotros mentíamos puesto que no le habíamos reclamado a ella directamente, y ahí se cayeron con todo el equipo.

Enviamos a la Dirección General de Seguros copia del telegrama y el acuse de recibo (justificante de que lo habían recibido), para demostrar la mentira de la compañía contraria.

Finalmente la Dirección General de Seguros recomendó a las compañías que nos dieran el valor que reclamábamos puesto que teníamos razón.

IMPRESENTABLES

Pelayo nos cito en sus oficinas centrales presentándose allí un señor muy amable que dijo estar dispuesto a resolver el asunto definitivamente ese día.

Empezó con coacciones dudando que hubiéramos reparado el coche con materiales nuevos, y nos ofreció 3 veces el valor venal en lugar de 4.

Aquí ya nos enfadamos ¿dónde nos habíamos metido? Nuestra compañía estaba regateando en vez de defender nuestra postura. ¡Increíble pero cierto!. Llegados a este punto nos quedo claro que Pelayo tenia un “pacto de retro” con la compañía contraria (este tipo de pacto es que cada una arregla a sus asegurados), era la única explicación posible ante la porfía de Pelayo con nosotros.

Rechazamos tanto la coacción como la compensación, y pedimos que nombraran procurador ante el juzgado y que pagaran las costas del abogado que nos iba a representar en el juicio contra la compañía contraria, puesto que teníamos en nuestro contrato con Pelayo contemplada la defensa jurídica.

Aun así le hicimos ver al listo señor que era mejor que accedieran a nuestros deseos pues ellos mismo tendrían que abonar los costes judiciales, la compañía contraria también, y además a la compañía contraria le impondrían un 20 % de penalización (según normativa), por lo que al final en vez de pagar 4 veces el valor venal se les pondría la broma en 6 veces el valor venal.

Quedo en contestarnos al día siguiente y así fue, nos dijo que Pelayo ponía la diferencia que faltaba. Aquí ya era descarado el “pacto de retro”, cogimos nuestro dinero y nos cambiamos de compañía.

Espero que os sirva de ayuda cuando os encontréis con un problema similar. En cualquier caso gracias por dedicarme vuestro tiempo.

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