Hace ya dos meses, pude ser testigo de caso un poco particular.
Llega un coche a un taller con un golpe en un lateral afectando al paragolpes trasero. Se presenta el perito de la compañía para valorar los daños y en el paragolpes trasero solo valora los daños de pintura. Una vez desmontado por parte del taller, se advierte al perito, que por los daños que presenta, se debería cambiar para que la reparación pueda ofrecer todas las garantías.
El perito decide que para poder cambiarlo, el dueño del coche tiene que dar otro parte de la parte trasera, a lo que el dueño accede, pero una vez que el cliente ha abierto el parte, el perito cambia de opinión y no accede de ninguna forma a cambiar el paragolpes, ante esto, el taller se opone a tocar el paragolpes ya que no puede garantizar una correcta reparación, por lo que el dueño del coche se queda sin poder finalizar la reparación, este llama a la compañia y no le anulan el parte, y la unica solución que le proponen es llevar el coche a otro taller para que le reparen, pero siguen sin tomar la decisión de cambiarlo.
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